Un escritor que cambió el ritmo de la ciencia ficción
Por Cristián Londoño Proaño
Uno de los escritores capitales de la ciencia ficción nació en 1919, en la ciudad de Nueva York. Su nombre: Frederik Pohl. Fue escritor, agente, editor, crítico, blogero y, quizás su fuerza más importante, fan y promotor. Fue condecorado como «Gran Maestro» de la ciencia ficción. Su influencia es inmensa, debido a sus múltiples aportes.
Frederik Pohl tenía una pasión arrolladora por la ciencia ficción. Esta pasión se la formó en solitario. A los 17 años abandonó la escuela, «tan pronto como lo era legal», así lo contó, y se dedicó a ser autodidacta. Mediante los libros, la pasión por la ciencia germinó y le aportó densidad a sus obras. Varios años después, señaló que él creía en la posibilidad de mejora de uno mismo.
Como editor tuvo una fructífera labor. Empezó a los 19 años, editando las revistas pulp «Astonishing Stories» y «Super Science Stories». Entre 1961 y 1969 editó las revistas «Galaxy» e «If». En estas publicaciones, como lo advierte Miquel Barceló en su libro «Ciencia Ficción - Guía de Lectura», «revolucionó la ciencia ficción dando cabida por primera vez en el género a temas de tipo político y sociológico, fruto de sus intereses progresistas». En sus revistas publicó relatos de escritores que serían importantes como Robert Sheckely, Larry Niven y Alexei Panshin. En 1966, 1967 y 1968 ganó el premio Hugo al mejor editor.
Como agente literario representó a un puñado de escritores, entre ellos, Isaac Asimov, y ayudó a conectarlos con los editores. Vendió la primera novela de Asimov, titulada: «Un Guijarro en el cielo» a la editorial norteamericana Doubleday.
Como autor escribió brillantes novelas. Su estilo es sencillo, inteligente y potente. Escribió obras significativas como «Mercaderes del Espacio». Una obra que criticó ácidamente el mundo de la publicidad. Kingsley Amis, escritor británico, en su libro de interpretación de la ciencia ficción «Nuevos mapas del infierno», fue muy entusiasta con la novela «Mercaderes del espacio» y dijo: «por muchas razones podría ser llamada la mejor novela de ciencia ficción de las publicadas hasta ahora (1960)».
Otra de sus obras es «Pórtico», donde narra la historia de los humanos que utilizan torpemente la tecnología alienígena. Esta novela ganó los premios Nebula en 1977 y Hugo en 1978.
Escribió incansablemente. Publicó más de 65 novelas y 30 colecciones de cuentos. En una entrevista le preguntaron sobre cuál era su método de escritura. Pohl señaló: «mi secreto es sencillo: escribo cuatro páginas al día, todos los días… Éste donde éste y me encuentre como me encuentre».
Como blogero publicó un blog llamado: «The Way the Future Blogs». En este blog, Pohl publicó artículos sobre temas sociales y artículos sobre los escritores y artistas que conoció en el Edad de Oro de la Ciencia Ficción. Por ejemplo, en su articulo titulado: «Robert Scheckley: If the Marx Brothers Had Been Writers», Frederick Pohl contó una anécdota de su amistad con Scheckley. Ellos se conocieron cuando Frederik editó la revista «Galaxy» de Nueva York. Pohl ya había leído los cuentos de Sheckley y le gustaba su humor e ironía, y quería publicarlos en su revista. Se puso en contacto con Sheckley y le propuso la publicación. Sheckley aceptó y así empezó su amistad. Unos años después, Sheckley se mudó a Nueva York y le invitó a Pohl a una cafetería. En ese sitio, Sheckley le contó que le habían dado un trabajo como editor en la revista «Omni», pero le pasaba una cuestión extraña: no quería editar sino escribir. Pohl le aconsejó que se dedicase a lo que más le gustaba que era escribir. Pero Sheckley le respondió que ya estaba acostumbrándose al dinero, al pago puntual de los gastos. Pohl le dijo: «Si usted tiene que escribir para ser feliz y si mantener el trabajo no va a dejar que lo haga, entonces usted tiene que dejar el trabajo». Luego de esto, se despidieron. Unos meses después, Pohl supo sobre la decisión de Sheckley. Él había dejado el trabajo y se dedicó a escribir.
Frederik Pohl tenía una calidad ética admirable. Cuando cometió un error científico se disculpó a sus lectores. Gerald Jonas, en un artículo del New York Times, cuenta que: «En la última novela de la saga Heechee, Pohl pidió disculpas a los lectores por su decisión original para que los aliens se escondieran en un agujero negro. Si bien esto parecía una trama aceptable en los años 1970, cuando los agujeros negros eran "toda una novedad”. Los científicos en el siglo 21 ya no creen que puede existir "materia organizada" dentro de un agujero negro. En consecuencia, Pohl pidió a sus lectores que este elemento central de la saga galáctica lo consideraran mera fantasía».
En 1994 recibió el premio Gran Maestro y en 1998 fue incluido en el Salón de la Fama de la Ciencia Ficción. En el 2010 ganó un premio Hugo como mejor escritor fan. En el 2011 publicó su novela última «All the Lives He Led». Murió en el 2013 cuando preparaba una segunda edición de sus memorias. Tenía 93 años y murió en un hospital de Chicago «después de presentar problemas respiratorios», así lo señaló la Agencia AP.
Frederik Pohl es uno de los importantísimos escritores de ciencia ficción, que dio cabida a temas de la sociología e hizo profundas reflexiones. En las palabras de Miquel Barceló: «En mi opinión personal, tal vez no haya en la ciencia ficción nadie con la capacidad, la inteligencia y la disciplina de Pohl. Su obra como fan, autor y editor ha sido de gran influencia en todos los campos de la ciencia ficción».
Este artículo también se publicó en la revista Amazing stories,y la revista mexicana Jus Revista Digital