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Breve historia del término ciencia ficción



Término ciencia ficción

Por Cristián Londoño Proaño

¿Cómo nace el término «ciencia ficción», que a lo largo de más de 80 años se lo reconoce de esa manera por muchos escritores, lectores y fandom? ¿Cómo nace el término «ficción especulativa»?


A inicios de la historia de la Ciencia Ficción, uno de los padres fundadores del género, H.G Wells propuso un nombre al naciente género: «scientific romances», que al español se traduce como «romances científicos». Este nombre no es adecuado, debido a que la palabra «romance» no encaja en el género, porque primero el nombre viene de la lengua romance y segundo, suena a una historia de amor.


En la época de Verne, sus novelas fueron bautizadas como «novelas de anticipación». Para el caso de las novelas de Verne, el término calza perfectamente, pero no es lo más adecuado para el resto de novelas del género que se publicaron en las décadas posteriores, por ejemplo, «Amanecer» de Octavia Bluter. Como bien lo señala Miquel Barceló en “Ciencia Ficción - Guía de Lectura”: «Posiblemente el nombre fuese adecuado para describir las novelas del propio Verne, pero está indefectiblemente ligado al futuro y contradice el hecho de que una gran parte de las narraciones de la ciencia ficción moderna pueden ocurrir en otros momentos del tiempo: el pasado, el presente e incluso en un tiempo alternativo y diferente al nuestro»


Posteriormente, en 1926, Hugo Gernsback publicó su revista dedicada a «Historias Asombrosas», y esto caló hondo. Se comenzó a mencionar con ese nombre a las historias que tenían extrapolación científica. Pero el nombre quedó insuficiente, ya que el término «asombrosas» no evidencia al género, sino que puede calzarle a las historias de ficción y no-ficción. Luego, Gernsback acuñó un término: «scienti-fiction», cuya traducción al español es «Cientificción», que era el apócope de «Scientific fiction», pero resultó que no sonó bien. Entonces Gernsback creó otro nombre que lo usó: «Science Fiction» y lo abrevió como «sf». Este término se acomodó a la necesidad editorial y quedó de esa manera. Aunque autores como Orson Scott Card señalan que se podría suponer que el término nació por una lógica editorial norteamericana, debido a que las obras en inglés se clasifican en dos grandes grupos: Fiction (ficción) y No-fiction (No ficción). Y debido a la temática del género se lo puso como «Science Fiction», en español se traduce como: «Ciencia Ficción».


Ciencia Ficción

Cabe señalar que hubieron otros intentos de cambiar el nombre. En Italia se le bautizó como «fantascienza», («Fantaciencia») y en Gran Bretaña, se la nombró como «science fantasy» («Fantasía Científica»). También se utilizó el nombre de «historias seudocientíficas». Asimov consideraba que este nombre era un insulto, debido a que «pseudo» proviene del griego que significa «falso». Lo que signfica que son historias de ciencia falsa y se desilegitima a la extrapolación que hay en varias obras del género.

Uno de los más conocidos aficionados del género Forrest Ackerman, propuso una abreviación para el género: «Scifi». Isaac Asimov rechazó el término, porque consideraba que era análogo a la abreviación de «High fidelity» como «hi-fi». En sus propias palabras: «Sci-fi es muy frecuente entre la gente que no lee ciencia ficción. En particular entre la gente que trabaja en la industria cinematográfica y en la televisión». Y consideró que la abreviación correcta sea: «sf».


Años después, al género se lo llamó: «speculative fiction» («Ficción especulativa»). Algunos autores como Asimov atribuyeron la propuesta del nombre al autor de «Estrella Doble» y «Puerta al Verano», Robert Heinlein, otro de los grandes escritores del género. Miquel Barceló señala que «El cambio desde «ciencia ficción» a «ficción especulativa» elimina la rígida referencia a la ciencia y subraya el carácter especulativo del género que, posiblemente, sea el rasgo más definitorio del mismo al no someterse a las convenciones de la realidad y aventurarse por mundos, tiempos y culturas nuevas, fruto de la imaginación libre de los autores». Pero el propio Asimov no estuvo conforme con el término. Dijo que: «A mí me parece, sin embargo, que «especualtiva» es una palabra demasiado débil... Casi todo puede ser ficción especualtiva. Una fantasía histórica puede ser especualtiva, lo mismo que una historia de crimen verídico. «Ficción especualtiva» no es una descripción precisa de nuestro campo y no creo que pueda servir». Pero en defensa del término hay que hacer una consideración. Las novelas de fantasía también cumplen con esta definición cabalmente. Hay que señalar que la fantasía es otro género con sus propias leyes, mecanismo y referentes literarios. Por ejemplo, las novelas de J.R.R Tolkien. Por lo que es más significativo, poner el nombre de «ficción especulativa» a las novelas que son de fantasía y ciencia ficción. Tomemos en cuenta que ambos géneros son cambiantes y evolucionan muy rápido. Y muchas veces, la etiqueta de que si una novela o un relato es fantasía o ciencia ficción lo decide el propio autor.

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