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La fuerza del mal genera historias



La fuerza del mal

Por Cristián Londoño Proaño

En innumerables historias de ficción especulativa, más que en ningún otro género, habita un tipo de fuerza que repele y al mismo tiempo, atrae. Una fuerza que es capaz de oscurecer los días y aniquilar la esperanza. Se trata de la fuerza del «mal». No hablo de la negatividad de las actitudes humanas. Tampoco hablo de un concepto moral de si las cosas son «buenas» o «malas». Hablo de «la fuerza del mal» que habita en las historias de ficción especulativa. De ese «mal» de papel, celuloide o archivo digital, de ese «mal» creado por los escritores, ilustradores, guionistas, directores y más artistas, que nació en el mismo momento en que se creó «la fuerza del bien».


La Guerra de las Galaxias

La fuerza del mal está encarnada en tres aspectos de la historia. El primero se encarna en los villanos. Hay muchos villanos memorables. Por ejemplo, Darth Vader en la trilogía de películas ochenteras de la Guerra de las Galaxias. Este personaje lleva consigo la fuerza del mal. Darth Vader ama esta fuerza, porque es más fuerte que la fuerza del bien, personificada en los Jedi. La fuerza del mal, según Darth Vader, permite un poder sin límites. Lo curioso es que no poríamos imaginarnos la trilogía de películas de George Lucas sin Darth Vader. Ese mal galáctico es necesario para que brilla el bien de los Jedi.


Superman

Otro villano interesante aparece en los cómics, el caso de Lex Luthor. El archienemigo de Superman quiere ser el único dueño del mundo, donde pueda manipular, delinquir a plenitud y por si fuera poco, disfrutar solo del botín. Pero, si Lex Luthor ya no se guiara por sus instintos bajos y sería un correcto empresario. Superman quedaría bastante solo, consumiéndose con sus conflictos internos.


El instinto de la luz

En el caso de mis novelas «El instinto de la luz» y «El tiempo muerto», el mal ronda cada aventura de Awi, el aprendiz de chamán. En el ambiente permanece la estela negra del Chusko, un chamán de alma negra, que en otros tiempos quiso esclavizar el alma de todo el pueblo, y lo detuvo Taita Wairi, el yachac del pueblo y maestro de Awi. Ahora, el Chusko quiere revivir y vengarse del pueblo. El mal en estas novelas mueve los hilos narrativos y hace que la lucha por el bien, sea una pelea intensa por la vida.


la fuerza del mal

El segundo aspecto en que se encarna «la fuerza del mal» es el propio mundo del personaje. Por ejemplo, en las novelas 1984 de Orwell, o Fahrenheit 451 de Bradbury. El sistema es la fuerza del mal que oprime a los personajes. Mientras el sistema (el mal) crece y quiere controlar todo, motiva al personaje a superarlo, a liberarse, y precisamente el «liberarse» es la derrota del sistema. Pero si los sistemas de ambas novelas fueran utopías, ¿tendría sentido la lucha de los personajes de esas historias?

En el caso de mi novela «Los improductivos», el sistema de capitalista extremo y las lógicas de la Revolución Productiva oprimen a cada uno de los miembros de la sociedad productiva: operadores, directores y gerentes. El operador 225 comienza a tomar consciencia, gracias a la búsqueda de una operadora que era considerada brillante y desapareció inesperadamente. El operador descubrirá que la Revolución Productiva es catastrófica para la raza humana. La fuerza del mal se expresa en el propio sistema.


Robert Heinlein

Y por último, la fuerza del mal se encarna en los conflictos internos del personaje. El mismo héroe tiene temores o dudas que funcionan en su contra y comienzan a crecer en su interior. Por ejemplo, Estrella doble de Robert Heinlein. La fuerza de voluntad del personaje hace que se pueda liberar del mal y logre surgir. Pero si el personaje de Heinlein no superara el mal, nos sentiríamos defraudados.

En mi novela «Underbreak», el Shadow JD Bellow es un ejecutor implacable de la sentencia de muerte de la Justicia Terrestres en los territorios corporativos. Pero, sus principios se ponen en predicamento cuando a aquel que debe ejecutar, un Presidente de una coporación, descubre que es inocente. ¿Acaso debe cumplir su misión sabiendo que el hombre acusado de asesinato es una persona inocente? Este conflicto interno de Bellow es la fuerza del mal.


La fuerza del mal

Esta fuerza del mal es el motor de la propia historia. Como se lee, la fuerza del mal es el motor generador. Anecdóticamente, la energía del mal mueve los hilos secretos de las historias. Hay que tomar en cuenta que esta fuerza es necesaria para equilibrar el mundo extraño de los personajes de la ficción especulativa. Si no existiera esta fuerza antagónica la historia se volvería simple y carecería de intensidad. Incluso la fuerza del bien, encarnada en el héroe, surge de las sombras para derrotarla, poniendo todos sus recursos en este fin. Sólo la derrota del mal es lo que motiva al héroe para atravesar cualquier barrera y evolucionar. Recordemos a la villana del clásico cuento de hadas Blanca Nieves. La malvada bruja entrega la manzana encantada a la dulce Blanca Nieves. Si la malvada bruja dejara de existir, la historia sería bastante aburrida, sólo veríamos como una princesita se hace amiga de unos enanos pueblerinos.

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